Israel lanzó el sábado unos 300 bombardeos contra la Franja de Gaza, en una ampliación de la ofensiva desde el aire, que incluyó ataques a complejos de seguridad, túneles supuestamente usados por traficantes, y un edificio de apartamentos.
La ofensiva siguió al lanzamiento de un cohete palestino hacia Jerusalén. El ataque sin precedente hacia la ciudad santa elevó aún más la tensión en el enfrentamiento entre Israel y los milicianos palestinos.
En la jornada, Israel derribó un cohete palestino disparado hacia Tel Aviv, indicó el ejército.
La intensificación de los ataques ocurre mientras los líderes de Hamas y dos importantes aliados, Catar y Turquía, se reúnen en El Cairo para buscar un cese al fuego. La Liga Arabe también llevaba a cabo un encuentro de emergencia.
La Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama está en contacto con líderes egipcios y turcos. Hasta ahora Washington ha respaldado a Israel.
Los ataques israelíes, que según las autoridades en Gaza dejaron 12 muertos el sábado, sucedieron mientras extremistas palestinos dispararon más de 100 cohetes hacia Israel, incluyendo dos dirigidos a la metrópolis de Tel Aviv, el centro comercial y cultural de la nación. Los ataques a esta urbe y a Jerusalén esta semana fueron los primeros lanzados por milicianos de Gaza que han alcanzado las ciudades.
Los hechos parecen plantear un mayor riesgo que el observado durante la guerra que ambos bandos libraron hace cuatro años. Hamas quedó severamente lesionado en ese conflicto, pero desde entonces ha abastecido su arsenal con más y mejores armas, y ha estado bajo presión de grupos extremistas para demostrar su compromiso de combatir a Israel.
En tanto, los milicianos palestinos lanzaron un cohete contra la metrópolis de Tel Aviv por tercer día consecutivo. Las sirenas de ataque aéreo volvieron a sonar en la ciudad, y los estallidos resonaron.
Los milicianos de Hamas dijeron en Gaza que habían lanzado un cohete Fajr 5 de fabricación iraní.
En un impulso sicológico para los israelíes, un sofisticado sistema de defensa conocido como "Domo de Acero" derribó algunos de los cohetes que se dirigían hacia Tel Aviv, causando vítores entre los aliviados habitantes.
La policía informó que un segundo misil tenía como blanco Tel Aviv. No estaba claro si impactó o si fue derribado.
Israel informó que el Domo de Acero ha repelido unos 250 cohetes provenientes en su mayoría del sur de Israel, cerca de Gaza.
En total, 42 palestinos y tres israelíes han muerto desde que comenzó la ofensiva israelí el miércoles en respuesta a meses de disparos de cohetes hacia su territorio.
El general brigadier Tal Russo, comandante de Israel en el sur, informó que sábado que Hamas ha sufrido un duro golpe. "La mayoría de sus capacidades ha sido destruida", dijo a reporteros. Agregó que Israel está "absolutamente" listo para enviar tropas a Gaza.
La aviación israelí siguió castigando sus objetivos originales, los depósitos de armas de los insurgentes y baterías de cohetes subterráneas. Igualmente se cebaron con especial intensidad en las baterías de superficie de cohetes. El alto mando ha movilizado miles de reservistas y emplazó la tropa, tanques y otros vehículos blindados junto a la frontera con Gaza, indicio de que una invasión terrestre podría ser inminente.
Los insurgentes han lanzado unos 500 cohetes contra el estado judío, incluyendo otros nuevos, de largo alcance, que cayeron por primera vez esta semana en Jerusalén y Tel Aviv.
La violencia extendió la inestabilidad que atenaza el Medio Oriente. Al mismo tiempo, las revueltas populares contra sus gobernantes han creado nuevas posibilidades para Hamas. Los islamistas en el Medio Oriente han salido fortalecidos. Hamas había sido soslayada por la comunidad internacional por su negativa a reconocer a Israel y renunciar a la violencia.
En tanto, una delegación tunecina encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores Rafik Abdessalem, visitó el sábado Gaza y acudió primero a las ruinas humeantes de un edificio de tres pisos que fue la sede del primer ministro Ismail Haniye.
"Israel debe comprender que existe un derecho internacional y debe respetar ese derecho internacional para cesar las agresiones contra el pueblo palestino", dijo Abdessalem a The Associated Press durante una visita al hospital Shifa.
El edificio de oficinas donde estaba el despacho de Haniye fue reducido a escombros por un ataque aéreo que también destruyó ventanas en casas aledañas. El gobernante no estaba dentro del inmueble al momento del ataque.
El jefe de seguridad del edificio dijo que Hamas tuvo aciertos pese a la superioridad militar de Israel.
"Hamas respondió a la agresión sionista y le pegó en lo profundo de su tierra", afirmó.
Los misiles derrumbaron dos pequeñas instalaciones de las fuerzas de seguridad y las amplias oficinas centrales de la policía de Hamas en Ciudad de Gaza, donde provocaron un colosal incendio que destruyó casas vecinas y vehículos de civiles en las afueras, informó el Ministerio del Interior. No había ocupantes en los inmuebles.
La ofensiva siguió al lanzamiento de un cohete palestino hacia Jerusalén. El ataque sin precedente hacia la ciudad santa elevó aún más la tensión en el enfrentamiento entre Israel y los milicianos palestinos.
En la jornada, Israel derribó un cohete palestino disparado hacia Tel Aviv, indicó el ejército.
La intensificación de los ataques ocurre mientras los líderes de Hamas y dos importantes aliados, Catar y Turquía, se reúnen en El Cairo para buscar un cese al fuego. La Liga Arabe también llevaba a cabo un encuentro de emergencia.
La Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama está en contacto con líderes egipcios y turcos. Hasta ahora Washington ha respaldado a Israel.
Los ataques israelíes, que según las autoridades en Gaza dejaron 12 muertos el sábado, sucedieron mientras extremistas palestinos dispararon más de 100 cohetes hacia Israel, incluyendo dos dirigidos a la metrópolis de Tel Aviv, el centro comercial y cultural de la nación. Los ataques a esta urbe y a Jerusalén esta semana fueron los primeros lanzados por milicianos de Gaza que han alcanzado las ciudades.
Los hechos parecen plantear un mayor riesgo que el observado durante la guerra que ambos bandos libraron hace cuatro años. Hamas quedó severamente lesionado en ese conflicto, pero desde entonces ha abastecido su arsenal con más y mejores armas, y ha estado bajo presión de grupos extremistas para demostrar su compromiso de combatir a Israel.
En tanto, los milicianos palestinos lanzaron un cohete contra la metrópolis de Tel Aviv por tercer día consecutivo. Las sirenas de ataque aéreo volvieron a sonar en la ciudad, y los estallidos resonaron.
Los milicianos de Hamas dijeron en Gaza que habían lanzado un cohete Fajr 5 de fabricación iraní.
En un impulso sicológico para los israelíes, un sofisticado sistema de defensa conocido como "Domo de Acero" derribó algunos de los cohetes que se dirigían hacia Tel Aviv, causando vítores entre los aliviados habitantes.
La policía informó que un segundo misil tenía como blanco Tel Aviv. No estaba claro si impactó o si fue derribado.
Israel informó que el Domo de Acero ha repelido unos 250 cohetes provenientes en su mayoría del sur de Israel, cerca de Gaza.
En total, 42 palestinos y tres israelíes han muerto desde que comenzó la ofensiva israelí el miércoles en respuesta a meses de disparos de cohetes hacia su territorio.
El general brigadier Tal Russo, comandante de Israel en el sur, informó que sábado que Hamas ha sufrido un duro golpe. "La mayoría de sus capacidades ha sido destruida", dijo a reporteros. Agregó que Israel está "absolutamente" listo para enviar tropas a Gaza.
La aviación israelí siguió castigando sus objetivos originales, los depósitos de armas de los insurgentes y baterías de cohetes subterráneas. Igualmente se cebaron con especial intensidad en las baterías de superficie de cohetes. El alto mando ha movilizado miles de reservistas y emplazó la tropa, tanques y otros vehículos blindados junto a la frontera con Gaza, indicio de que una invasión terrestre podría ser inminente.
Los insurgentes han lanzado unos 500 cohetes contra el estado judío, incluyendo otros nuevos, de largo alcance, que cayeron por primera vez esta semana en Jerusalén y Tel Aviv.
La violencia extendió la inestabilidad que atenaza el Medio Oriente. Al mismo tiempo, las revueltas populares contra sus gobernantes han creado nuevas posibilidades para Hamas. Los islamistas en el Medio Oriente han salido fortalecidos. Hamas había sido soslayada por la comunidad internacional por su negativa a reconocer a Israel y renunciar a la violencia.
En tanto, una delegación tunecina encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores Rafik Abdessalem, visitó el sábado Gaza y acudió primero a las ruinas humeantes de un edificio de tres pisos que fue la sede del primer ministro Ismail Haniye.
"Israel debe comprender que existe un derecho internacional y debe respetar ese derecho internacional para cesar las agresiones contra el pueblo palestino", dijo Abdessalem a The Associated Press durante una visita al hospital Shifa.
El edificio de oficinas donde estaba el despacho de Haniye fue reducido a escombros por un ataque aéreo que también destruyó ventanas en casas aledañas. El gobernante no estaba dentro del inmueble al momento del ataque.
El jefe de seguridad del edificio dijo que Hamas tuvo aciertos pese a la superioridad militar de Israel.
"Hamas respondió a la agresión sionista y le pegó en lo profundo de su tierra", afirmó.
Los misiles derrumbaron dos pequeñas instalaciones de las fuerzas de seguridad y las amplias oficinas centrales de la policía de Hamas en Ciudad de Gaza, donde provocaron un colosal incendio que destruyó casas vecinas y vehículos de civiles en las afueras, informó el Ministerio del Interior. No había ocupantes en los inmuebles.
Articulo de: Diario Libre
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