Un número creciente de hispanos a lo largo de la frontera entre Texas y México, con actas de nacimiento que demuestra que nacieron en los Estados Unidos, se les niega el pasaporte estadounidense, se les está recluyendo en centros de detención e ingresó en procesos de deportación, según informaron al Washington Post varios abogados de inmigración y personas afectadas.
Según el informe del Post, el gobierno norteamericano alega que desde la década de 1950 hasta la década de 1990, parteras y médicos que trabajan en la frontera emitieron certificados de nacimiento falsos de los Estados Unidos. A bebés nacidos en México, lo cual algunas parteras admitieron ante un tribunal.
El Departamento de Estado niega haber cambiado su "política o práctica con respecto a la adjudicación de las solicitudes de pasaportes". La agencia también dijo que la región fronteriza "resulta ser un área del país donde ha habido una incidencia significativa de fraude ciudadano".
El Departamento de Estado rechazó los informes del Post y dijo: "las negaciones de pasaportes nacionales son las más bajas en seis años para casos de parteras. El 28% de estos casos de pasaportes fueron denegados en 2017 comparado con el 36% en 2015 bajo la administración Obama."
Aun así los abogados de inmigración y los casos identificados por el Washington Post sugieren un cambio significativo en los pasaportes emitidos y cómo se están aplicando las leyes de inmigración.
CNN reporta que aunque el escrutinio de la ciudadanía de estos individuos comenzó en la administración de George W. Bush y continuó en la administración de Barack Obama, las negaciones de pasaportes llegaron casi a su fin en el 2009 después de un acuerdo con la American Civil Liberties Union (Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos). Pero las negaciones han estado aumentando desde el comienzo de la administración Trump, dijeron varios abogados de inmigración a CNN.
Fuentes: The Washington Post | CNN
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